Sabemos la importancia que tiene Robe Iniesta en la música española. Básicamente, es el mejor… Pero lo que nos interesa de verdad es lo que ha significado en nuestra vida.
Con su muerte se ha muerto una parte de nosotros. Media vida… con Robe se nos ha ido media vida. Extremoduro entró en casa cuando éramos adolescentes y desde entonces no hemos podido parar de escuchar sus canciones. Forma parte de nuestro pasado y de nuestro presente aunque también formará parte de nuestro futuro. Siempre recurrimos a él, en los momentos buenos y en los malos. Hoy no podemos. Hoy no hemos tenido huevos de escuchar ni siquiera una canción.
La música es muy importante en nuestras vidas y el músico más importante de nuestras vidas es Robe. Y para nosotros eso es esencial. No hubiéramos sido lo que somos si no le hubiésemos descubierto y disfrutado. Él sabe, sabía, que le queríamos. Nunca nos atrevimos a pedirle una colaboración, seguramente por vergüenza torera. Es el sueño que ya no cumpliremos. Hemos cantado con nuestros ídolos… Sabina, Albert Pla, Serrat, con Los Chichos, Fito, Peret… Y con él nunca nos atrevimos. Quizá nos daba miedo que nos dijera que no o, simplemente, por quedarnos con la duda. Robe ha moldeado nuestro carácter, sus canciones son filosofía de vida, representan una manera de vivir, y creemos que somos así, en parte, por haber escuchado sus canciones. Ha sido un maestro a todos los niveles.
Hay una canción suya que nos gusta mucho que se titula ‘Te juzgarán sólo por tus errores (yo no)’. Robe es eso, te acompaña, te consuela, encuentras en él un aliado aunque no le conozcas. Además, es imposible quedarse solo con uno de sus discos: son todo obras maestras. También los últimos en solitario. ‘Mayéutica’ (2021), por ejemplo, te da ánimos para seguir componiendo. Nosotros siempre tenemos el miedo de que en algún momento se nos seque la inspiración… Y entonces llega Robe, El Robe, y te regala la esperanza de que es posible. Que la inspiración puede ser eterna, como la fe en ti mismo, como Roberto Iniesta.



